¡Hola!
No sabéis el alivio que siento al poder decir que… ¡la portada de “Reflejos” me gusta tanto o más que la de “Rey Negro, mariposa blanca”!
Si os soy sincera, estaba acojonada… La editorial me había enviado una primera portada que, de primeras, me desconcertó y de segundas… me desconcertó aún más. En serio, yo no sé que me pasaba con esa portada, pero cuanto más la miraba, menos me convencía. Fue como un amor a primera vista, pero al revés, ¡ja,ja!
Sin embargo, la segunda portada que me enviaron es… ¡estupenda! Y lo mejor es que con ella me pasa lo contrario que con la primera: cuanto más la miro, más me gusta.
Bueno, querréis ver el objeto de tanta controversia, ¿no? Pues… ¡voilà! Aquí lo tenéis:
¿Sabéis que es lo que más me gusta de la portada?
- La frase gancho: ¿te atreves a mirarte? Porque esas cuatro sencillas palabras expresan la Gran Pregunta de la novela. Si un espejo te mostrase la verdad… ¿te atreverías a mirarte? No, no, no contestes a la ligera, piénsalo un poco…, porque la verdad no siempre es agradable ni fácil de aceptar, ¿no crees?
- También me gusta mucho la expresión de Carla, la protagonista, porque define muy bien como es ella: tímida, insegura, seria, no demasiado habladora. Bueno, así es como se muestra ante el resto del mundo. Porque en realidad ella es fuerte, decidida, y tiene un estupendo y sarcástico sentido del humor latiendo en su interior. Es solo que todavía no lo sabe… Necesitará que el espejo la ponga al límite para darse cuenta de cómo es realmente.
Bueno, ¿qué opinas? Si te encontrases un espejo como el de mi novela, ¿te atreverías a mirarte? ¿o eres de los que piensan que a veces es mejor no saber la verdad?